Ayer participé en un seminario web organizado por Konfekoop con Marta Airezaga y con esta idea de fondo y me di cuenta de que esta idea había que gritarla a los cuatro vientos. Ahí voy: ¡TARARIIII, TARARAAAA!
Soy Nerea Azkona y no soy pregonera, pero sí soy responsable del área de trabajo de ODS-osteniblidad de la cooperativa AIEDI Faktoria y os aseguro que sé de lo que hablo cuando os digo que las cooperativas tenemos mucho camino avanzado en la Agenda 2030 y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluso las que no saben de qué estoy hablando.
Vivo en una tierra de cooperativas y tenía muy claro que el día que diera el salto al mundo empresarial tenía que ser bajo el modelo cooperativista. Tuve la suerte de encontrar una socia con mis mismas ideas y cofundamos AIEDI Faktoria, nuestra cooperativa, de la que estamos muy orgullosas. Nos dedicamos a acompañar y formar a las organizaciones en temas de sostenibilidad, felicidad y bienestar y la incorporación de los ODS en la estrategia corporativa es uno de nuestros servicios.
Y me da rabia que nos quedemos atónitas
cuando vienen de fuera, nos tocan la puerta y nos dicen: “Hey! Your business
model is a fucking wonder, isn’t it?”. “Pues claro, ¿Qué no lo sabias?”
piensas con una sonrisa de satisfacción. Y aun así, nos sigue asombrando que
hace un mes la Revista Fortune hizo un ranking de empresas con mayor compromiso
social que llamó “Change
the World” y en el que incluyó a Mondragón, el grupo cooperativo industrial
más grande del mundo, en el puesto 11.
A ver, ya sé que hay de todo, porque he trabajado en muchas cooperativas, pero hay aspectos que se llevan en el ADN y cuando hablamos del ámbito social, de la gobernanza o de las alianzas, estamos hablando de cooperativismo, y, en bruto, sin meternos siquiera en la actividad de cada cooperativa, estos temas ya de por sí son 7 de los 17 ODS. Así para empezar.
En este sentido, el movimiento cooperativo tiende a generar alianzas y sinergias, es más poroso con sus grupos de interés (si lo comparamos con la opacidad de otros modelos) y su sistema de gobernanza es democrático y participativo (una persona, un voto). Así que cuando hablamos de incorporar la Agenda 2030 y los ODS a la estrategia tenemos mucho terreno ganado. Y esto es así, no es que yo sea de Bilbao, que también…
¿Y por qué alinearse con la Agenda 2030 es tan importante ahora?
Pues porque desde Europa se está apostando por financiar a las empresas que se decanten por un gobierno ambiental, social y corporativo (ASG), siendo estos criterios los que ayudan a determinar mejor el desempeño financiero futuro de las empresas (rentabilidad y riesgo). Por lo tanto, estos son los tres factores centrales en la medición de la sostenibilidad y el impacto social de una inversión en una empresa o negocio y lo que cada vez se tendrá más en cuenta para el reparto de las financiaciones.
¡Ojo, que empezamos a hablar de dinero! Porque sí, este es un tema que directamente repercute en el orgullo y en la reputación, pero… también en el bolsillo.
Y las empresas con estrategias corporativas muy alejadas de los ODS que conocen esta tendencia ya se están preparando para recibir todos los fondos posibles elaborando discursos e integrando buenas prácticas, mientras que las cooperativas que llevamos años implementando estas prácticas no somos capaces de visibilizarlas. Pero esto es normal. Es lo que pasa cuando normalizamos ciertas acciones, que no nos llaman la atención y no las comunicamos. En antropología hay un concepto que se llama extrañamiento y que está relacionado con descotidianizar. Más fácil: si queréis analizar vuestra propia cultura, más os vale alejaros de ella, porque si no nada os llamará la atención.
Y, volviendo a las cooperativas, no estoy hablando de invertir un montón de pasta en grandes memorias de sostenibilidad como hacen las aseguradoras o las multinacionales, ni de elaborar listados interminables de indicadores, que son necesarios, pero su momento de aparición en escena no es al principio del camino.
Hablo de construir discursos tanto a nivel del movimiento como de cooperativas individuales para visibilizar las bondades del cooperativismo y lo alineadas que están con la Agenda 2030 y los ODS. ¡Que todo el mundo nos oiga! Porque aunque yo misma sea la reina del Excel os voy a repetir una cosa que dijo Marta y que fue la que me impulsó a escribir esta entrada en el blog: lo que no se mide, bien sabéis que no existe, pero ojo, lo que no se comunica, tampoco.
Llevamos ventaja con respecto a otras empresas porque no tenemos que convertir nuestro modelo empresarial en participativo, porque ya lo es; y, porque tampoco tenemos que volver a planificar poniendo a las personas como punto fuerte, porque ya lo son. Solo nos queda reconocernos en el lugar que nos corresponde y hacer que otrxs nos reconozcan.
Así que como el potencial ya está, solo hay que elaborar discursos con los puntos fuertes del modelo de trabajo de las cooperativas en general y con las especificidades de cada una de las nuestras y escribir nuestras propias memorias de sostenibilidad, y para esto no nos hacen falta los estándares GRI (¡sí, señora! echando piedras contra mi propio tejado). Hagamos las cosas más sencillas, empecemos comunicando de manera más divulgativa para gestionar nuestra reputación, para decirle al mundo lo orgullosxs que estamos de nuestro modelo y de nuestra cooperativa y para poder conseguir fondos que tengan en cuenta criterios sociales, medioambientales y de buen gobierno (bueno, este tipo de memorias también hago. ¡Uf!).
Los retos ya están encima de la mesa, los puso la ONU en 2015 con la Agenda 2030 y los ODS, ahora nos toca identificar los riesgos y oportunidades de nuestras cooperativas y contarle al mundo cómo nos proyectamos para 2030. Si necesitáis que alguien os acompañe en este proceso y os elabore el discurso con el que vais a poder presentar vuestra estrategia alineada con la Agenda 2030 y los ODS (el oficial con la memoria de toda la vida o el divulgativo más simple y en sintonía con la actividad y la personalidad de cada cooperativa), contad con nosotras.
Vosotrxs sabéis lo que hacéis a nivel social, medioambiental y de buen gobierno, y el resto del mundo ¿lo sabe? Pues ha llegado la hora de contárselo.