Siguiendo con la idea de explicar los servicios de AIEDI Faktoria, el objetivo de la entrada de esta semana es centrarnos en los proyectos del área de trabajo Desarrollo de Contenidos. Son tres y forman el programa Faktoria de contenidos cuya responsable es Nerea.
Desde siempre…
Sí que debe ser importante lo de escribir en mi trabajo que cuando diseñé mi avatar me vi saliendo de un tintero con una pluma en la mano. Lo mío con la escritura viene de hace tiempo. Como para todo el mundo, escribir es una manera de comunicarme, pero yo siempre la he usado para mucho más. Escribir es sentir, es perdonar, es curar… es cambiar el final. Por lo tanto es una de mis herramientas para ser feliz. Así que llevo escribiendo muchos años, de muchos modos y de muchas cosas.
Lo que en escritura corresponde ser pintora de brocha gorda
Cuando dices a la gente que escribes, todo el mundo piensa automáticamente en obras literarias. Concretamente en narrativas. Específicamente en novelas. Parece que no se puede escribir nada más. Yo tengo muchos proyectos a medias pero ninguna novela entera, y aun así os aseguro que escribo, y escribo mucho: más de 400.000 palabras en mi procesador de textos al año. Y dependiendo del año, bastantes más. En 2020, en concreto, con todo el tema del coronavirus y de la puesta en marcha de la cooperativa, superé esa cantidad de palabras antes del verano…
Entonces, ¿qué tipo de escritora soy? Pues no he encontrado aún la palabra exacta que describe lo que hago, pero en pintura existe el término “pintora de brocha gorda”, con el que me sentiría muy cómoda si existiera su correspondiente en el arte de escribir. Mis textos no tienen por objetivo ser obras de arte. Tienen que ser pragmáticos y en muchos casos didácticos. ¿Bellos? No siempre. ¿Creativos? A tope 🙂
Algunas personas se definen como copywriter (vinculado con la escritura persuasiva), pero como vais a ver es mucho más que eso, porque muchos de los textos que escribo son procedimientos internos de las organizaciones que no tienen ningún objetivo de marketing o venta, como por ejemplo un informe de pasantía para que una nueva incorporación de una empresa reciba todo el conocimiento de la persona que abandona el puesto. Esta es una de mis especialidades: el traspaso de conocimiento.
La carpeta de Mis documentos
Por lo tanto, si no son novelas ni anuncios publicitarios, ¿qué escribo? Pues sin contar todo lo que cuelgo directamente en su propia plataforma como correos electrónicos, WhatsApp, entradas en el blog y redes sociales (que lo plasmo sin documento previo), las carpetas de mi ordenador están llenas de:
- Proyectos: de investigación, de itinerarios formativos, de talleres presenciales y on-line, de todo tipo de cuestionarios…
- Procedimientos y planes: de empresa, estratégicos, de formación, pro-equidad de género, de voluntariado, órdenes del día y actas, memorias y justificaciones, acuerdos y convenios y multitud de informes (de pasantía, de investigación, técnicos y económicos…)…
- Ensayos, manifiestos y artículos: de opinión y divulgación, ponencias, comunicaciones, papers y presentaciones, boletines de información y divulgación…
- Contenidos educativos: cursos, unidades didácticas, libros de texto, cuadernos de ejercicios…
- Transcripciones y análisis de datos e información (porque no solo escribo en procesadores de texto también lo hago largo y tendido en hojas de cálculo aunque parezca increíble. Si hay teclado y cursor, se puede escribir)
- Contenidos creativos para títulos, viñetas etnográficas, historias, guiones, web y redes sociales…
¿A que si tenemos en cuenta todo lo que se puede escribir cuando trabajas de consultora y formadora no parecen tantas 400.000 palabras al año?
Recursos más allá del texto
Pero no solo utilizo palabras formando párrafos para comunicarme. Existen otros recursos que también elaboro como infografías, mapas conceptuales, esquemas y gráficos, sobre todo desde que en la cooperativa apostamos por los recursos microlearning. Para elaborarlos lo que hay que hacer es fragmentar los contenidos (normalmente didácticos, pero pueden ser datos) en categorías y presentarlos de manera visual para poder consumirlos en cualquier plataforma (ordenador, tablet o móvil) más cómodamente.
Tanto escribir como elaborar recursos microlearning me hacen vivir en una lluvia de ideas constante. Como siempre tengo un proyecto entre manos (cuando no son de cinco a diez) mi cerebro siempre está pensando en cómo plasmar una idea, maneras de abordar un tema, el esquema de escritura… y mil cosas que tengo que registrar al momento para que no se me olviden. Si me pilla andando o intentando dormir me grabo. Si estoy escribiendo un correo a alguien, lo dejo para mandarme uno a mí misma. Y así todo. Lo más importante de todo es que la inspiración te pille con papel y boli o con las notas del móvil a mano.
Los textos de otras personas
Además de redactar y desarrollar ideas, también corrijo y edito los textos de otras personas. Normalmente suelen ser textos científicos o educativos, pero también he trabajado con planes directores y formulaciones de proyectos. En algunas ocasiones, necesitan que revise la forma (encabezados, índices, tablas, bibliografía, citas, portadas, normas APA…); y, en otras, el fondo (por ejemplo, incorporando las perspectivas de género, intercultural e inclusiva dentro del texto).
El programa Faktoria de Contenidos de AIEDI Faktoria
Todos estos servicios que os he descrito dentro de la cooperativa se organizan en tres proyectos, que son:
- El proyecto AIEDI Digital tiene por objetivo crear, editar y corregir contenidos educativos y especializados para los cursos, formaciones, talleres, capacitaciones, itinerarios e-learning y recursos microlearning de AIEDI Faktoria y de otras organizaciones. Por este servicio pasan todos nuestro curso e-learning que podéis encontrar en nuestro campus virtual.
- Si habéis leído la entrada en la que hablo del programa Odeésate os podréis imaginar el objetivo del proyecto Odeseteka, que es incorporar los ODS a los textos , teniendo en cuenta al corregir la brújula y los cuatro puntos cardinales de la cooperativa, esto es, los ODS y la Agenda 2030 y las perspectivas sostenible, de género, intercultural e inclusiva.
- Y, el proyecto LetrasLab que tiene por objetivo ayudar a esquematizar ideas y redactar todo tipo de documentos internos (procedimientos, memorias, informes…) y externos (contenidos web, proyectos y formulaciones…).
Es decir, a veces pienso, organizo y escribo; otras veces, la idea es de la clientela y yo la ordeno y la escribo; y, en ocasiones, me llegan las ideas ya escritas y yo las corrijo y las edito. Pero siempre con los valores de la cooperativa en la mano.
Para siempre…
Soy muy afortunada por poder trabajar de las dos cosas que más me gustan en el mundo: de escribir sobre sostenibilidad para formar y asesorar sobre la Agenda 2030 y los ODS. Parece que están muy acotadas las cosas de las que escribo en mi ámbito profesional, pero como conté la semana pasada esta agenda engloba 17 retos mundiales que nos apremian, por lo que el saco de temas es infinito: hambre, pobreza, salud y bienestar, educación de calidad, igualdad de género, agua, energía, trabajo decente y crecimiento económico, industria, infraestructuras e innovación, desigualdades, comunidades y ciudades sostenibles, consumo y producción sostenibles, cambio climático, ecosistemas acuáticos y terrestres, paz, justicia e instituciones sólidas y alianzas.
¿A qué después de las últimas dos entradas no es tan complicado entender a lo que me decido? Si necesitáis alguno de mis servicios vinculado con la formación y consultoría sobre sostenibilidad, Agenda 2030 y ODS o relacionado con la redacción, edición, corrección o el desarrollo de contenidos, ya sabéis dónde estoy. ¡Toc, toc! Escribidme un correo a nerea@aiedifaktoria.com, es difícil que no me pilléis delante de una pantalla escribiendo, leyendo o maquinando 😉
Y por último deciros que es cierto que para escribir solo hay que ponerse a escribir; pero también es cierto que escribir es mucho más que eso ;). La semana que viene, ¡más!