Durante este mes de septiembre hemos ido explicando una por una las cuatro áreas de trabajo de AIEDI Faktoria. Con la entrada de hoy, centrada en el área Neuromentoring y los tres proyectos que la componen y que dirige también Maider, terminamos este ciclo de entradas de presentación en el blog.
Mis herramientas
Las dos áreas de las que soy responsable se enfocan en dos herramientas concretas: el coaching y el mentoring. Así como el coaching es un método de acompañamiento a (un grupo de) personas para conseguir metas, tomar decisiones o desarrollar habilidades específicas, el mentoring (o la mentoría en castellano) es una herramienta de relación.
Como vimos la semana pasada utilizo muchas más herramientas, pero el hecho de ser un acompañamiento o una relación (entre iguales, en el caso de los proyectos de la cooperativa) es lo que diferencia a unos proyectos de otros y los sitúa en diferentes áreas de trabajo.
El mentoring
Para que haya una relación de mentoría se tiene que dar una condición: tiene que haber dos personas y una de ellas ha tenido que pasar con anterioridad una situación que la otra está atravesando o que va a atravesar. Algunas veces es tan fácil como vivir; otras son situaciones más complicadas de las que han tenido que sobrevivir.
Os voy a poner el ejemplo de un programa de mentoring en el que yo misma soy mentora. Cada año la red de antiguo alumnado de la UPV/EHU organiza un programa de mentoring para facilitar un intercambio de experiencias, conocimientos y habilidades entre dos tipos de personas: las mentoras (profesionales que han estudiado en la universidad) y las mentorizadas (estudiantes a punto de terminar sus estudios que quieren dar el salto al mundo laboral (por cuenta propia o ajena) o seguir estudiando). Así que durante 6 meses y a partir de varias reuniones las personas mentoras impulsan el desarrollo personal, académico y profesional de las mentorizadas.
Algo tan fácil como poner en relación a dos personas es tremendamente útil y la experiencia para ambas partes suele ser más que satisfactoria y el hecho de que sea voluntario tiene mucho que ver. Nosotras de hecho, lo tenemos incorporado dentro del voluntariado corporativo de la cooperativa, siendo una actividad que impacta directamente en el ODS 4 y el ODS 8.
Si alguien me hubiera dicho…
Seguro que alguna vez has pensado: “si volviera atrás con lo que sé ahora…”. Es un pensamiento muy recurrente que tiene trampa. No podemos juzgarnos ni juzgar situaciones pasadas una vez que pasado el tiempo. Primero, porque agua pasada no puede molinos; y, segundo, porque en su momento tomamos las decisiones que consideramos adecuadas con la cantidad y la calidad de la información que manejábamos.
Y ahí está la clave: Cuanta más información y más visión de futuro, más posibilidades de tomar las decisiones adecuadas. Y esa es la magia del mentoring: ponemos en contacto a dos personas que tienen algo que decirse porque una ha estado en la misma situación que la otra y puede serle útil la información que tiene que contarle.
Pero claro, no es tan fácil, porque el mentoring no es una relación donde una persona habla y la otra escucha. Digo esto porque hasta el momento podría parecer que el mentoring girara alrededor de la experiencia de la persona mentora. Y no, no. Esto no es así.
¿Por qué neuromentoring?
Cuando pensé en un nombre que pudiera aglutinar todos los programas en los que la mentoría tenía un peso específico dentro de la cooperativa, me di cuenta que había una característica común a todos ellos: la centralidad de la gestión emocional de la persona mentorizada. O sea, que, volviendo a la idea anterior, si hay un protagonista en esta relación entre iguales, no es la persona mentora, sino la mentorizada, y concretamente, en los programas de AIEDI Faktoria, su gestión de las emociones.
De ahí el nombre tanto del área de trabajo como del programa que lo vertebra: Neuromentoring, que está compuesto por dos conceptos: neurociencia + mentoring.
¿Qué es la neurociencia?
Cuando hablamos de neurociencia nos referimos al campo de la ciencia que estudia el sistema nervioso y todos sus aspectos. Consiste en el estudio del cerebro desde una perspectiva multidisciplinar. ¿El cerebro? Sí, sí, tanto por dentro como por fuera. Hablamos del estudio de neurotransmisores o de la plasticidad del cerebro y de métodos de aprendizaje o el funcionamiento de la percepción o de la memoria. Todo lo que pasa por nuestro cerebro: las sensaciones, las emociones, los pensamientos y las acciones.
Y este programa se centra concretamente en las emociones de la persona mentorizada porque son el motor de sus acciones. Y para que esto sea posible, todas las personas que participan en alguno de nuestros proyectos reciben formación sobre gestión emocional para aprovechar al máximo la relación de mentoría.
La gestión emocional en un proceso de neuromentoring
Pero, ¿tan, tan, tan importante es saber gestionar las emociones? Para ilustrar lo necesario de incorporar la gestión emocional de la persona mentorizada en el centro de los programas os voy a poner un ejemplo:
Imaginaos que queréis montar un negocio. Estáis en un programa en el que se os ayuda con formación y tutorías. En estos programas se entiende que dominas el arte y la materia en la cual quieres trabajar y te proporcionan otros conocimientos y asesoría en áreas que se consideran imprescindibles para pasar a la acción: finanzas, gestión económica-financiera, ventas, marketing, redes sociales… Todo muy útil. No quitaría ni una coma. Pero, ¿qué otra cosa falta que es imprescindible? Si has pasado por un proceso de toma de decisiones (laboral o personal) por el que no sabes cómo va a acabar, ya sabes la respuesta.
Falta la gestión de las emociones. Ante la incertidumbre y la ansiedad de nada vale abrir un Excel y ponerte a hacer predicciones con tablas de datos que te dirán cuántos productos o servicios tendrás que vender para sobrevivir. De hecho, a no ser que seas como mi socia que (no puede entender por qué) disfruta con el programa de las celdas, puede que incluso la ansiedad se incremente. El miedo paraliza y sobreestimamos el poder de los números porque partimos de que todo el mundo se encuentra en una situación emocional sana. Y un proceso de emprendizaje puede frustrarse si no somos capaces de gestionar nuestro estrés. Los números y las ventas son imprescindibles para emprender, pero no es la única clave del éxito.
Por lo tanto, el hecho de contar con la experiencia de una persona que ha emprendido antes que tú sería estupenda y si en vez de centrarse en su propia experiencia es capaz de conectar contigo y con tus emociones y con cómo estás gestionando la situación, la experiencia será inolvidable. ¿No lo crees? Yo estoy convencida.
Prometo escribir mucho más sobre esto, pero hoy me toca centrarme.
El programa de Neuromentoring de AIEDI Faktoria
Pues con este convencimiento de poner en el centro la gestión emocional de la persona mentorizada nació el área de trabajo de Neuromentoring de AIEDI Faktoria.
Así como el criterio de clasificación de los proyectos que componen el programa Happiness Coaching era el tipo de personas destinatarias, en este caso lo que diferenciará a unos proyectos de otros es el ámbito de acción. Seguimos dentro de las organizaciones, pero no todos los proyectos están destinados a la plantilla, también los hay pensados en personas usuarias de entidades del tercer sector:
- Con el proyecto de neuromentoring laboral fomentamos la transferencia del conocimiento en organizaciones, la toma de decisiones para la elección de la carrera profesional de jóvenes estudiantes y la gestión emocional en procesos de emprendizaje.
¿No sería genial que el conocimiento acumulado de una persona en una organización se mantuviera en la empresa una vez que se haya ido? ¿O que las personas jóvenes pudieran tomar decisiones profesionales teniendo mucho más conocimiento del mundo laboral o académico que les espera?
- Mediante el proyecto de neuromentoring social intervenimos de manera directa en el ámbito de la salud y el bienestar (ODS 3) con diferentes colectivos para acompañarles y presentarles referentes que han pasado por sus mismas situaciones: mujeres en situación de violencia o de duelo y personas con enfermedades crónicas y en procesos de fertilidad.
¿No os ha pasado que cuándo estáis muy metidos en un proceso que os ha desestabilizado no se acaban de tomar buenas decisiones porque no sois capaces de coger perspectiva? En estos casos, contar con una persona que ha sobrevivido, a veces de manera metafórica y otras, por desgracia, de manera literal, es crucial.
- Y, por último, el programa de neuromentoring comunitario con el que impulsamos encuentros interculturales entre familias y grupos de personas autóctonas y migradas asentadas en un municipio y personas refugiadas o migradas que acaban de llegar.
Si en el neuromentoring social hacemos especial hincapié en tener en cuenta las perspectivas de género e inclusiva, en el neuromentoring comunitario lo hacemos con la perspectiva intercultural. En muchos países que no tienen un sistema de relaciones informales tan fuerte como el nuestro de cuadrillas, txokos, grupos… este tipo de mentoring no es nada novedoso. Al llegar a una universidad nueva de Dinamarca, por ejemplo, te asignan una persona mentora. Pero que lo cortés no quite lo valiente. Sigamos disfrutando de nuestras estructuras sociales tan bien asentadas pero como todo el mundo no puede acceder a ellas, paliemos esos vacíos e incorporemos en mentoring como una herramienta intercultural de inclusión.
Ni más ni menos
Y hasta aquí todo lo relacionado con los servicios y el equipo de AIEDI Faktoria: sostenibilidad y ODS, recursos educativos, felicidad y coaching y neuromentoring. ¡Ahí es nada! Si quieres más informacion de algunos de los programas y proyectos que te hemos contado en estas cuatro entradas (una por cada área) ¡contáctanos!. El correo de la cooperativa es kaixo@aiedifaktoria.com